En una publicación anterior sobre la escoliosis[1], hablamos sobre las diferencias en la longitud de las piernas y las desviaciones de la rodilla (genuvarum y genuvalgum). Para desarrollar con más detalle este tema, presentamos en este artículo una nueva perspectiva de tratamiento osteopático para las dismorfosis[2] de la extremidad inferior y las patologías osteoarticulares asociadas.
Nuestras primeras observaciones en adultos y niños mostraron una correlación clara entre el estado de tensión de los nervios periféricos y la morfología del esqueleto de la pierna.
Después de varios años de trabajo sobre este tema, encontramos que la normalización de los puntos clave del sistema nervioso periférico puede influir favorablemente en el sufrimiento articular de la rodilla y el tobillo (en adultos) e incluso el crecimiento de las extremidades inferiores (en el niño).
Los resultados clínicos mostraron que el tratamiento osteopático de los nervios periféricos contribuye significativamente a corregir, al menos parcialmente, una serie de deformaciones morfológicas de las extremidades, y por lo tanto, aliviar el sufrimiento articular resultante.
[1] Ver Nuevo enfoque de la escoliosis, blog lmosteo
[2] Por dismorfosis se entiende aquí cualquier anomalía, incluso menor, de la forma del esqueleto: desigualdad de longitud de las extremidades, torsiones y desviaciones axiales de los segmentos óseos con deformaciones articulares asociadas (Varus, valgus, Flexum, recurvatum).