Diagnóstico

El diagnóstico osteopático según el EMO se basa en un examen manual profundo de las diferentes estructuras del cuerpo: huesos, articulaciones, órganos, músculos y ligamentos, nervios, arterias…

Las restricciones del tejido son puestas en evidencia sin ninguna mobilización mediante test de presión o de tracción sobre puntos clave. Estos test se efectúan en el conjunto del cuerpo, sin descuidar ningún sistema, según un protocolo muy preciso, riguroso y reproducible. 

En el método EMO se presenta una lista de estas pruebas y la forma de realizarlas..

                  

El terapeuta jerarquiza, mediante un enfoque original, todas las restricciones identificadas, comparándolas de dos en dos para determinar la que presenta, bajo la mano del terapeuta, la más fuerte resistencia del tejido. Este test original y propio en el EMO tiene el nombre de balanza inhibidora.

Poco a poco, es posible identificar la causa (lesión osteopática primaria) que ha podido generar o mantener una lesión. De hecho, el origen es a menudo “olvidado” por el paciente porque puede ser lejano, en el tiempo y en el espacio, de los síntomas que han motivado la consulta. Esta jerarquización permite saber dónde comenzar el tratamiento osteopático.

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