El EMO es un método de diagnóstico y de tratamiento osteopático, dicho sistémico “ pues toma en cuenta las interdependencias de los diferentes elementos y sistemas que constituyen el cuerpo humano (anatómicos, fisiológicos), pero también factores ambientales ”. Es un método a la vez original, innovador y tradicional.
Como en todo método osteopático riguroso, antes de hacerse cargo del tratamiento de un paciente, el terapeuta del EMO valida imperativamente la pertinencia o no del inicio del tratamiento osteopático. En algunos casos donde la patología del paciente sobrepase las competencias del osteópata se debe privilegiar derivarlo hacia otro especialista, más adecuado y preparado a su situación.
Es necesario precisar siempre a los pacientes que el cuerpo puede necesitar un cierto tiempo para adaptarse al tratamiento y reencontrar su equilibrio. De hecho, se pueden producir reacciones de 2 a 3 días después del tratamiento y antes de notar mejoría se puede experimentar fatiga, sensación de agujetas o algunos dolores. Según el caso, de 2 a 3 consultas espaciadas de varias semanas son necesasias para un tratamiento completo. Como en todos los sectores relacionados con la salud se recomienda un seguimiento continuo.
A título preventivo, fuera de todo síntoma o dolor y según la actividad del paciente, se aconseja ir a consulta al menos una o dos veces al año. El método aplicado en este caso sigue siendo el mismo, pues el EMO se dedica a preservar y mantener un control regular del cuerpo en todos sus equilibrios.