Esta lesión específica del olécranon es intrigante por varias razones :
1. Aunque las fracturas del olécranon son frecuentes[1], los traumatismos que pueden impactar el olécranon no parecen estar implicados en la aparición de una LIPO[2].
2. La LIPO puede aparecer tanto en los bebés con el olécranon completamente cartilaginoso como en los adultos.
3. Una LIPO es siempre silenciosa: no hay dolor espontáneo del codo ni sensibilidad a la presión. Esta última característica diferencia bien una LIPO de una lesión osteoarticular con una mecanosensibilidad a la presión.
4. La LIPO, aunque totalmente ignorada[3], es una lesión osteopática frecuente. La encontramos en muchos pacientes, con una mayor prevalencia en mujeres[4].
5. La LIPO parece una lesión somatoemocional. La mayoría de los pacientes con LIPO son de tipo ansioso y/o depresivo[5]. Básicamente, son personas siempre a la defensiva[6].
6. El tratamiento específico de una LIPO con la técnica Recoil suele ir acompañado de una clara mejora del estado psicológico del paciente.
7. A diferencia de otros enfoques somatoemocionales que buscan revivir emociones o situaciones de estrés experimentadas por el paciente, el tratamiento con LIPO actúa sin ruido, a nivel del inconsciente psicocorporal. Por otra parte, y con bastante frecuencia, se puede observar, inmediatamente después del Recoil, un suspiro espontáneo o una discreta reacción neurovegetativa (sudoración, borborismos que testimonian una real reacción /relajación)[7].
8. La actitud abierta del terapeuta, si percibe el terreno ansioso y/o depresivo subyacente a la lesión, puede también invitar al paciente a verbalizar su malestar. En este caso, poner palabras sobre una problemática permite conectar mejor la disfunción somática con el estado emocional y potenciar la eficacia del tratamiento osteopático[8].
9. Se puede observar que una LIPO derecha o izquierda se encuentra a menudo (y del mismo lado) en diferentes miembros de una misma familia. ¿Se puede hablar de lesión osteopática hereditaria o «transgeneracional»? La pregunta sigue estando ahi...
10. La LIPO es a menudo una lesión «constitutiva»[9] que tiende de buen grado a reactivarse en las vicisitudes de la vida. El Recoil permite reducir al silencio la lesión y calmar un estado emocional perturbado, pero no modifica fundamentalmente el temperamento de la persona.
[1] Una frecuencia estimada de aproximadamente el 5% de todas las fracturas.
[2] Durante el interrogatorio, cada vez que encontramos una fijación en la punta del olecraneal, el paciente generalmente no nos cuenta ningún historial de choque o caída en el codo.
[3] Esta lesión particular es tanto más ignorada cuanto que no entra en el registro de las disfunciones articulares. Solo un test preciso puede hacer el diagnóstico.
[4] Aproximadamente 2/3 mujeres por 1/3 hombres
[5] El terreno deprimido se expresará más bien por una LIPO en el codo izquierdo y en el codo derecho para el terreno ansioso. Esta lateralidad no es una regla absoluta, sobre todo porque la ansiedad y la depresión se asocian a menudo en muchas personas.
[6] En las artes marciales, la punta del codo constituye la última línea de defensa para protegerse de un ataque.
[7] La normalización de una LIPO, aunque efectiva, muy raramente va acompañada de reacciones emocionales fuertes (temblores, llantos, gritos).
[8] No se trata aquí de interpretar «las palabras y los males» del paciente, sino, por el contrario, de saber diferenciar bien el tratamiento osteopático de una escucha psicológica. Si el osteópata lo considera necesario, debe orientar a su paciente hacia un psicólogo o psicoanalista. En cualquier caso, la experiencia demuestra que el gesto osteopático, al levantar ciertas barreras somatoemocionales, acompaña siempre favorablemente la atención psicológica y/o médica.
[9] Una lesión estructural que forma parte del terreno de la persona. Una LIPO no desaparece por completo, sino que pasa, tras la reducción por el Recoil, de un estado activo a un estado pasivo, es decir, una fijación moderada que indica un estado de equilibrio satisfactorio para el paciente.