Cuando comenzamos a aplicar el Enlace Mecánico Osteopático (EMO)[2] en la columna, la idea era simplemente:
1. sustituir las pruebas de movilidad clásicas por los test de tensión tisular,
2. Sustituir la manipulación vertebral por el Recoil.
Este enfoque, completamente nuevo para la época, nos permitió reconsiderar la forma de testar y tratar la lesión vertebral como se describe habitualmente[3].
En la práctica, realizamos una test global de presión en el proceso espinoso para determinar las vértebras en lesión y pruebas analíticas en flexión, extensión, rotación, inclinación, desplazamiento y descompresión para parametrizar la lesión a tratar[4].
Este procedimiento nos ha sido satisfactorio durante años ya que permitía corregir eficazmente las lesiones vertebrales articulares sin los inconvenientes o las contraindicaciones de la osteopatía estructural.
A lo largo del tiempo, observamos que una serie de lesiones vertebrales no respondían al modelo de disfunción articular descrito habitualmente.
¿Qué valen las leyes de Fryette en presencia de una osteoartritis apofisaria importante, de una anomalía transicional lumbosacra, de una anterolistesis, de una fractura vertebral o de una escoliosis mayor?
En el caso de una rotación vertebral, ¿cómo hacer para tratar de manera específica y, por tanto, diferente la posteridad de un lado y la anterioridad del otro?
¿Cómo manejar la inestabilidad de una vértebra?
¿Qué hacer con una lesión intraósea como la torsión vertebral?[5] ¿O la rigidez de una línea de fuerza espinal?
¿Cómo tratar específicamente una lesión discal?
¿Cómo tratar una columna en presencia de material quirúrgico?[6] ? Etc.
La respuesta a todas estas preguntas llegó cuando ya no comenzamos a reproducir las pruebas clásicas sino a buscar con precisión en qué parte del segmento vertebral aplicar el recoil. Entonces nos dimos cuenta de que era más importante determinar el punto de bloqueo (la lesión) que probar las posibilidades de movimiento de la vértebra (la disfunción).
En la práctica, el bloqueo de un segmento vertebral puede ser:
- bien en la vértebra (lesión articular o intraósea),
- bien en el espacio vertebral subyacente (lesión muscular, ligamentaria, neural o discal).
[1] Aquí presentamos el proceso que nos ha llevado a pasar progresivamente de una visión biomecánica clásica (la disfunción articular) al modelo de la lesión tisular que afecta a un elemento del segmento vertebral. No se trata solo de un cambio táctico (la técnica), sino de un cambio de estrategia (el método).
[2] Ver articulo El Enlace Mecánico Osteopático : los fundamentos
[3] En esta etapa, el enfoque técnico cambia, pero el modelo biomecánico sigue siendo el mismo. Se habla todavía de vértebras en flexión, extensión, rotación, inclinación o traslación.
[4] Varios estudios han demostrado la fiabilidad y reproducibilidad de los test EMO a nivel vertebral:
- Reliabilitätsstudie über der Befunderhebung der Wirbelsäule nach der Methode der Lien Mécanique Ostéopathique, Master Thesis zur Erlangung des Grade “Master of Science” in Osteopathie an der Donau Universität Krems – Zentrum für chin. Medizin & Komplementärmedizin. By Claudia Hafen-Bardella, 10.2009. -- Follow-up-Studie über die Reliabilität der Befunderhebung der Wirbelsäule nach der Methode des Mechanical Link. By Laura Kühn, 01.2018
[5] Ver articulo : Nuevo enfoque Osteopático de la Escoliosis
[6] Osteogénesis, prótesis de disco, laminectomía, etc.