El Recoil
Identificando la causa o lesión y tratándola, un buen número de restricciones secundarias se liberarán. Otras, en un menor número, pueden persistir en el caso que hubiera varias causas responsables de la misma (varias restricciones). Un procedimiento muy preciso, permite saber qué camino tomar, cómo, en etapas sucesivas, continuar el tratamiento y sobre todo cuándo detenerlo, prestando atención a la molestia o motivo de consulta descrito por el paciente. El tratamiento termina cuando todas las restricciones localizadas sean corregidas, lo que necesita generalmente de un número limitado de correcciones.
El recoil es la técnica de correción específica y original que utilizan los terapeutas del EMO.
Este gesto consiste en liberar con los dedos la fijación (restricción de elasticidad) aplicando un breve y vivo impulso contra la resistencia del tejido. Esta técnica, eficaz y sin movilización, respeta la integridad de la fisiología del tejido. Es simple, precisa, extremadamente rápida en su ejecución y confortable para el paciente. Puede ser repetida sin riesgo ni peligro. El recoil se puede aplicar sobre todas las estructuras del cuerpo: articulaciones, nervios, arterias, huesos, vísceras o incluso sobre la piel.