Primera consulta.
En la mayoría de los casos, los síntomas físicos por la falta de nicotina aparecen en menos de 24 horas y alcanzan su punto máximo entre 48 y 72 horas. Es por eso que le pedimos a la persona que deje de fumar por completo al menos un día (o más si fuese posible) antes de la primera cita.[1].
La consulta comienza con el examen general según el protocolo EMO.
El estado de abstinencia crea estrés en el cuerpo y provoca la aparición de ciertos puntos de tensión. El tratamiento osteopático de estos puntos particulares proporciona rápidamente una gran relajación[2] y una clara disminución de la abstinencia.
Otro beneficio del TOAT: el examen global e individualizado del paciente permite también, en la misma sesión, abordar otros problemas. El tratamiento de la lesión total[3] a menudo regula o soluciona síntomas por los que la persona no habría acudido a la consulta[4].
La segunda consulta.
La segunda cita debe programarse con bastante rapidez, de 2 o 3 días después de la primera sesión. No es común en osteopatía tener consultas tan seguidas en el tiempo, excepto en urgencias agudas. Hay que considerar realmente los primeros días de la desintoxicación como una «urgencia»[5].
El osteópata realiza entonces un nuevo examen completo del paciente. Como el organismo afectado por la abstinecia reacciona bastante, el cuadro diagnóstico de la segunda consulta puede ser muy diferente al de la primera y es frecuente tener nuevas disfunciones a tratar.
Siguientes consultas.
Dado que el resultado de la segunda sesión suele ser concluyente, normalmente no es necesario programar una tercera cita[6].
Sin embargo, hay que advertir a la persona: aunque haya podido dejar de fumar sin dificultad, el tabaco sigue siendo una droga dura y adictiva[7].
Algunos pacientes nos han informado de haber recaído «tontamente» pues creían, que después del tiempo transcurrido, estaban a salvo de recaer. Aceptar un cigarrillo en un mal momento o en un acontecimiento difícil (malas noticias, período de estrés) o alegre (fiesta familiar, salida entre amigos), incluso sin ningún deseo, puede desgraciadamente provocar una recaída en el tabaco. La regla de oro para un ex fumador, incluso años después, sigue siendo no volver a tocar un solo cigarrillo[8].
[1] De ahí la necesidad de la motivación del paciente para iniciar el proceso.
[2] Sin duda vinculada al reequilibrio del sistema nervioso autónomo.
[3] Para estos conceptos, ver el artículo El Enlace Mecánico Osteopático: los fundamentos.
[4] Recordamos a un paciente que se recuperó de un dolor recurrente de rodilla durante el tratamiento antitabaco.
[5] El desafío de la salud es tal que se puede hablar, sin exageración, de una «urgencia vital».
[6] Por seguridad y para tranquilizar al paciente, el osteópata debe permanecer disponible por si resultase necesaria una tercera sesión para consolidar el cese del tabaquismo; hasta la fecha, esto nunca nos ha sucedido.
[7] En el cerebro, el tabaco actúa como una droga dura, liberando dopamina y creando dependencia.
[8] En caso de estrés, es mejor " lanzarse " puntualmente sobre cualquier producto derivado, como por ejemplo una tableta de chocolate, para pasar el mal trago; ¡todo menos un cigarrillo!