Los 3 niveles de la máscara facial

Práctica Publicado el 27 ago 2023

Hacer muecas de dolor, parecer cansado, la frente preocupada, los rasgos estirados, una cara triste, etc. Todas estas expresiones nos recuerdan cómo las emociones pueden marcar nuestra cara. El interés suscitado por nuestro artículo anterior[1] nos lleva a desarrollar aún más el tema de la osteopatía facial presentando aquí la organización de los 3 niveles del rostro con su lectura anatómica, energética y somatoemocional.

 

[1] LA MÁSCARA FA(S)CIAL Un nuevo enfoque somatoemocional

 

 

La tripartición del rostro

En la metodología del Enlace Mecánico Osteopático, para los test del cráneo dividimos la cabeza ósea en 3 niveles: superior, medio e inferior. Del mismo modo, los músculos faciales se agrupan en 3 niveles, cada nivel se centra en la cavidad de un órgano sensorial.

1. Nivel superior: los músculos faciales de la cavidad orbitaria.

2. Nivel medio: los músculos faciales de la cavidad nasal y de la oreja[1].

3. Nivel inferior: los músculos faciales de la cavidad oral.

Cada nivel presenta una organisación similair con :

A. un órgano sensorial

B. músculos constrictores o dilatadores alrededor de este órgano

C. un modiolo[2]

D. una inervación sensitiva propia

E. un punto de acupuntura central y dos puntos de acupuntura laterales

F. un territorio reflejo visceral

G.correspondencias psicológicas y emocionales específicas[3].

 

[1] A la que también se podría añadir el oído con sus músculos extrínsecos (músculos auriculares)

[2] Modiolo o quiasma: entrecruzamiento de fibras musculares y de tejido fibroso que conecta algunos músculos de la piel entre sí.

[3] La cara ocupa un lugar importante en la corteza cerebral.   Ver las nuevas representaciones del homonculo en estudios recientes : https://www.nature.com/articles/s41586-023-05964-2 

Estas diferentes somatotopias explican en parte la acción de la osteopatía facial sobre el sistema nervioso central y sus efectos somato-emocionales. Estas áreas están fuertemente conectadas entre sí, pero no solo eso. También están relacionadas con otras partes del cerebro, como las que controlan la toma de decisiones y la regulación de ciertas funciones biológicas o la respuesta al dolor.

 

El nivel superior

A. Órgano sensorial

El ojo, órgano de la visión situado en la órbita o sea que permite percibir la luz y formarse una imagen.

B. Músculos del grupo orbitario

- m. orbicular del ojo: oclusión de la hendidura palpebral dilatadora (cerrar el ojo).

- m. frontal: levanta las cejas y baja la implantación del cabello (abre bien los ojos).

- m. superciliar de las cejas: dibuja el ceño hacia dentro (fruncir el ceño).

- m. prócer : baja la cabeza de la ceja (arrugar la raíz de la nariz).

C. Modiolo.

Las fibras superiores de la porción orbital del músculo orbicular del ojo se mezclan con las del músculo frontal y del músculo corrugador de la ceja[1] para insertarse en el ligamento palpebral medio[2].

D. Inervación sensitiva

La inervación sensorial del nivel superior se realiza principalmente por el nervio oftálmico (V1).

E. Puntos de acupuntura

Punto central : Yin Tang[3] corresponde anatómicamente al punto craneométrico Glabelle. Punto indicado para agitación mental, ansiedad, insomnio y cefalea.

Punto lateral : Jin Ming[4], situado justo por encima del ligamento palpebral medio. Punto indicado para todas las afecciones oculares.

F. Zona refleja visceral

La zona frontal corresponde al cerebro y al intestino delgado (segundo cerebro).

G. Correspondencias psicológicas y emocionales

En morfopsicología, un nivel superior dominante caracteriza el tipo cerebral. Esta es la sede del intelecto, nuestra manera de ver y entender el mundo.


Una fijación del músculo orbicular del ojo, músculo de la reflexión, traduce un exceso de preocupación, de preocupaciones.


Una fijación del músculo frontal, músculo de la atención, revela asombro y miedo, con más o menos una mezcla de tristeza (fijación hacia abajo) o de ira (fijación hacia arriba).


Una fijación del músculo corrugador de la ceja manifiesta un sufrimiento, físico o psicológico. Esta tensión a menudo se combina con la fijación de otros músculos de piel ya que todas las emociones negativas generan sufrimiento.


Una fijación del músculo prócer, músculo de la amenaza, está ligada a sentimientos de frustración o de cólera en casa y se encuentra de buen grado en personas que se sienten agredidas.


 

[1] Y también del músculo depresor de la ceja, considerado según los autores como un músculo limpio o como parte del músculo orbicular del ojo.

[2] Uniendo el extremo medio del tarso superior y el del tarso inferior de los párpados y constituyendo un punto clave para el conducto lagrimal.

[3] «Palacio del espíritu», punto fuera del meridiano correspondiente al tercer ojo, así llamado por su acción sobre el psiquismo.

[4]  «Ojo claro» o «Brillo del ojo», primer punto del meridiano de la vejiga, así llamado por su acción sobre la visión.

 

 El nivel medio

A. Órgano sensorial

La nariz, órgano de la respiración y el olfato

B. Los músculos del grup nasal y del grupo auricular[1]

- m. elevador nasolabial: levanta el ala de la nariz y el labio superior (arrugar la nariz).

- parte transversa del m. nasal: cierra las vías nasales (frenar, controlar la expiración).

- parte alar del m. nasal : dilata la narina[2] (inspirar).

- m. depresor del septum nasal : baja la punta de la nariz y entra el labio superior.

- m. auricular anterior: avanza la oreja.

- m. auricular superior: eleva la oreja.

- m. auricular posterior: retracta la oreja.

C. Modiolos

Las fibras del músculo elevador nasolabial[3] confluyen con las del músculo nasal (partes transversa y alar) y forma un modiolo perinasal[4] justo por fuera del ala de la nariz[5].

D. Inervación sensitiva

La inervación sensitiva del nivel medio está asegurada principalemente[6] por el nervio maxilar (V2).

E. Puntos de acupuntura

Punto central: Ren Zhong[7], situado anatómicamente justo debajo del punto craniométrico Acanthion[8]. Gran punto de reanimación, también indicado para los dolores del raquis(lumbago).

Punto lateral: Ying Xiang[9], correspondiente al modiolo perinasal. Punto mayor parar todas las afecciones nasales y la congestión del rostro.

F. Zona refleja visceral

La zona maxilonasal corresponde a los « órganos rítmicos » con el corazón (parte central de la nariz) y los pumones (partes laterales de la nariz).

G. Correspondencias psicológicas y emocionales

En morfopsicologíea, un nivel medio dominante caracteriza el tipo afectivo. Esta zona refleja nuestro grado de percepción intuitiva del mundo y nuestra capacidad relational a abrirse o cerrarse a los otros.

Una fijación del m. elevador nasolabial muestra la aversión, el disgusto[10].

Una fijación de la parte transversal del m. nasal traduce la vigilancia..

Una fijación de la parte alar del m. nasal manifiesta la envidia, el deseo, la lujuria.

Una fijación del m. depresor del septo nasal expresa la desconfianza y la reserva.

Una fijación del m. auricular anterior indica ansiedad, incluso agresividad.

Una fijación del m. auricular superior caracteriza un estado de vigilancia, alerta.

Una fijación del m. auricular posterior evoca el malestar, el repliegue sobre uno mismo.

 

[1] Los músculos extrínsecos del oído en el hombre son más o menos atrofícos (solo el 20% de las personas pueden mover sus oídos).  Sin embargo, se pueden encontrar fijaciones en estos músculos auditivos, que deben relacionarse con el lenguaje emocional del perro o gato.

[2] Con un pequeño músculo accesorio: el m. dilatador anterior de la fosa nasal. La acción conjunta de las partes transversales y alares del m. nasal permite oler.

[3] El m. elevador nasolabial que tiene conexiones anatómicas con el m. orbicular del ojo, el m. nasal y el m. orbicular de la boca hace la conexión entre los 3 niveles de la máscara facial.

[4] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8972017/

[5] El sistema musculoaponeurótico superficial facial es difícil de individualizar a nivel nasal pero proporciona al cirujano un plan de disección valioso ya que es prácticamente avascular.

[6] También, en parte, por los nervios infratrocleares y nasales externos del nervio oftálmico (V1).

[7] «Centro del hombre», 26avo. punto del meridiano Vaso Gobernador (eje craneosacro), nombrado así por su lugar central en la cara.

[8] En referencia a la forma de hoja de acanto de la espina nasal anterior del maxilar.

[9] «Recepción de los perfúmenes», 20avo y último punto del meridiano del Intestino Grueso, así llamado por su acción sobre el olfato.

[10] Cuando esta tensión se combina con la de otros músculos como el ondulador de la ceja, el zigomático menor y el depresor del ángulo de la boca, también expresa un fuerte dolor (llorar mucho, sollozar).

 

El nivel inferior

Es el nivel más extenso, tanto por el número de músculos implicados como en su representación somatotópica cortical (motora y sensitiva).

 

A. Órgano sensorial

La boca, órgano de la masticación, del gusto y también de la fonación.

B. Los músculos del grupo oral

- m. orbicular de la boca: cierra el orificio bucal y proyecta los labios hacia delante.

- m. elevador del labio superior: levanta el labio superior descubriendo el incisivo lateral.

- m. elevador del ángulo de la boca: levanta la esquina de la boca (sonreír en la esquina, reír).

- m. cigomático mayor: dilata la hendidura bucal (risas).

- m. cigomático menor: atrae el labio superior hacia arriba y hacia el exterior (gimotear).

- m. buccinador: volante hacia atrás el ángulo de la boca (soplar)[1].

- m. risorio: tira hacia atrás el ángulo de la boca (sonrisa).

- m. depresor el ángulo de la boca: tira hacia abajo la comisura labial.

- m. depresor del labio inferior: baja y propulsa el labio inferior (hacer la mueca).

- m. mentoniano: levanta la piel de la barbilla e, indirectamente, el labio inferior (rechinar).

- m. platisma: sube la piel del cuello y tira de la de la mandíbula hacia abajo (gritar).

C. Modiolo

Las fibras de los músculos peribucales se cruzan en un cruce fibroso situado justo fuera de la comisura labial.

D. Inervación sensitiva

La inervación sensible del estadio inferior está garantizada principalmente por el nervio mandibular (V3)[2].

E. Puntos de acupuntura

Punto central: Cheng Jiang[3],  situado anatómicamente justo por encima del punto craneométrico Pogonion. Punto para afecciones bucales.

Punto lateral: Di Cang[4], correspondiente al modiolo del ángulo de la boca. No se aplica a todas las afecciones bucales, secuelas de parálisis facial o neuralgia trigeminal.

F. Zona refleja visceral

La zona perioral corresponde a los órganos digestivos y la zona mentoniana a los órganos genitourinarios.

G. Correspondencias psicológicas y emocionales

En morfosicología, un nivel inferior dominante caracteriza al tipo instintivo. Esta zona refleja nuestros apetitos materiales y nuestra capacidad de actuar concretamente sobre el medio ambiente.

Una fijación del m. orbicular de la boca muestra la reserva, el repliegue sobre sí mismo[5].

Una fijación del m. elevador del labio superior traduce la amargura, la ironía amarga.

Una fijación del m. elevador del ángulo de la boca manifiesta el orgullo, el desprecio, la burla.

Una fijación del m. cigomático mayor representa la alegría, el placer. Como es un estado emocional positivo, es raro encontrar una tensión anormal en este músculo, excepto en algunas personas con la sonrisa forzada (la sonrisa comercial) u obligada (risa amarilla[6]).

Una fijación del m. cigomático menor expresa el dolor (sollozar).


Los dos músculos cigomáticos están muy cercanos, pero manifiestan sentimientos opuestos, como «Juan que ríe y Juan que llora».


 

[1] el músculo del trompetista.

[2] La única rama del trigeminal que también asegura una inervación motora (músculos masticadores).

[3] «Depósito de líquidos», 24avo y último punto del meridiano Vaso Concepción, así llamado en referencia a su acción sobre la saliva.

[4] «Granero de la tierra», 4to punto del meridiano Estómago, así llamado en referencia a la boca que absorbe los alimentos.

[5] Si por ejemplo esta fijación se encuentra asociada a una tensión del m. corrugador de la ceja y del m. orbicular del ojo, esto revelará una ira entrometida, contenida.

[6] El origen de esta expresión se remonta a San Simeón, que en el siglo XVIII evocaba a los hepáticos tratando de parecer con buena cara a pesar de su enfermedad. Ellos se reían entonces de manera forzada, con su tez cerosa, por lo que «rieron amarillos».

Una fijación del m. buccinador muestra satisfacción, autocomplacencia[1].

Una fijación del m. risorio evoca la burla, la ironía.

Una fijación del m. depresor del ángulo de la boca expresa la tristeza[2].

Una fijación del m. depresor del labio inferior revela el descontento, la contrariedad[3].

Una fijación del m. mentoniano traduce la duda, la indecisión, la inquietud[4].

Una fijación del m. del platisma da testimonio de una fuerte emoción: miedo, ira o gran dolor[5].

 

[1] También refuerza los cigomáticos en la expresión de la risa o el llanto.

[2] Cuando esta fijación se asocia con la del orbicular del ojo, revela una actitud de desprecio

[3] Hay que señalar la asociación frecuente de una fijación del elevador del labio superior (amargura) en un lado con una fijación del depresor del labio inferior (descontento) en el lado opuesto, dando un aire de malhumor con la «boca sesgada».

[4] Con el m. frontal y el m. corrugador de la ceja, el del m. mentoniano es una de las fijaciones que se encuentran más a menudo. Al examen visual, se puede observar un aspecto de «piel de pollo» en la barbilla, característico de una disfunción muscular.

[5] Es el «músculo amplificador» de todas las emociones.

 

Especificidad du testaje miofacial

En lugar de una evaluación global del tejido del sistema musculoaponeurótico superficial de la cara, se recomienda un enfoque selectivo de cada músculo cutáneo de la cara para el diagnóstico de lesiones osteopáticas de la máscara facial. Este test individual de cada músculo en presión/circunducción/tracción conduce al diagnóstico fino y preciso de las fijaciones faciales presentes.

La pertinencia de este enfoque muy específico queda bien ilustrada por los casos clínicos siguientes.

 

La señora R. P., de 78 años, realiza un seguimiento desde hace años de osteopatía por dolores crónicos. En su última consulta, su hija que la acompaña nos advierte: «Mi madre está aterrorizada desde que su casa fue asaltada. Ya no duerme en absoluto!». Mientras que uno podría esperar encontrar una «zona facial de miedo »[1], el examen osteopático revela una fijación muy precisa del m. elevador nasolabial[2]. Cuando le preguntamos a la paciente cómo se siente desde su robo, ella confiesa espontáneamente: «Estoy asqueada, mi casa ha sido ensuciada». De hecho, se sentía obligada a limpiar a fondo todos los días cada habitación de su casa. Tras el tratamiento específico de la fijación facial por recoil, la paciente ha recuperado un buen sueño, ¡y ya no limpia su casa compulsivamente!

 

Una joven de 17 años de edad, consulta por secuelas de un accidente en la vía pública con traumatismo craneal, conmoción cerebral y coma, fracturas de columna vertebral y rodilla. Seguido en fisioterapia, ortopedia, ortografía,... desde hace años, todavía carece de autonomía: dolores, camina con un andador, dificultad para expresarse, etc. Mientras que las primeras sesiones de osteopatía ya han permitido algunos progresos, añadimos a su cuarta consulta la prueba específica de la máscara facial. El examen pone de manifiesto una fijación muy precisa del m. elevador nasolabial[3]  (asociada a una tensión del m. transversal de la nariz) y, para nuestra gran sorpresa, la Srta. P.C. comienza a llorar abundantemente cuando tocamos este punto. Lágrimas mezcladas con risas que parecen liberar una fuerte carga emocional! Después de esta sesión, hizo nuevos progresos y pudo caminar sin andador.

 

La señora A. R., de 62 años, ha estado quejándose de dolor de cuello y cefalea desde hace más de 10 años. Evoca un contexto de estrés y agotamiento tras un divorcio y conflictos profesionales. Todos los tratamientos que se han llevado a cabo hasta la fecha no han aliviado su sufrimiento. La radiografía diagnostica una banal cervicalartrosis con, más característica, una osteoartritis esternoclavicular derecha (sin causa aparente: no deporte o traumatismos que hayan afectado a la clavícula). El examen visual muestra una clavícula derecha anormalmente elevada que, según la paciente, ya había sido tratada en osteopatía pero sin resultado. El examen EMO muestra una fijación muy clara de los ligamentos del músculo platIsma derecho sobre la mandíbula. Cuando nos planteamos la cuestión de un fuerte susto, tristeza o enojo, la paciente nos habla de la muerte brutal de su hijo (accidente de coche), y que se enteró por teléfono. Al serle anunciada la noticia, había gritado y llorado como solo puede hacerlo una madre desgarrada por la muerte de su hijo. Inmediatamente después del tratamiento de esta fijación del m. platisma por recoil, la clavícula se libera y la paciente puede girar libremente la cabeza. Ya no sufre de cefaleas.

 

La señora V. C., de 45 años, es regularmente tratada en osteopatía. En una consulta, agregamos al examen general el de los músculos de la cara. La fijación de los m. corrugador izquierdo y m. frontal izquierdo evoca una ira entrada. Ella nos habla de un fuerte resentimiento hacia una persona que había agredido a su hija. «Afortunadamente no lo veo nunca, porque si no no sé cómo reaccionaría?» exclama.  Vuelta a ver en consulta un mes después para un segundo tratamiento, nos informa con asombro del siguiente acontecimiento: tres días después de su sesión, me encontré «por casualidad» con este señor en la calle. «Hemos hablado normalmente y, extrañamente, no he sentido ningún rencor hacia él!». Una pequeña historia para recordar que nuestros cuidados osteopáticos, si son bien atendidos, pueden traer la paz del cuerpo y también del alma.

 

[1] Generalmente combinando una fijación del m. frontal, del m. corrugador de la ceja y del m. platisma

[2] Evocando aquí el disgusto, la aversión.

[3] A diferencia del caso clínico anterior, la fijación del músculo elevador nasolabial reveló aquí una profunda pena con necesidad de llorar. No se puede reducir de manera demasiado simplista un músculo a una emoción particular sin poner estas tensiones en su contexto psicosocial.

 

Un florilegio de emociones negativas con el juego de Tom Hanks en «El peor vecino del mundo».

Observa las cejas fruncidas y la boca en ángulo del gruñón.

 

Eric PRAT  DO

Si están interesados en este nuevo enfoque,

aquí el programa de la formación temática:

La máscara fa(s)cial