Es interesante remarcar que, en muchas formaciones iniciales, la enseñanza dada a los estudiantes está basada esencialmente sobre la recopilación y la exploración de datos anatomopatológicos. Sin embargo, vemos en nuestra práctica pacientes que tienen lesiones anatomopatológicas con poco o sin dolor[1] e igualmente pacientes sin lesiones anatómicas y que sin embargo sufren[2].
Esta constatación es aún más verdadera a nivel del hombro[3].
La literatura actual nos enseña que un diagnóstico basado en los datos anatomopatológicos no es absolutamente necesario, aparte de la búsqueda de banderas rojas[4], para hacerse cargo de una población de pacientes afectados de dolor en el hombro de origen no traumático. Debemos más bien, dirigir nuestro diagnóstico en los datos funcionales para mejorar nuestros objetivos terapéuticos y nuestros resultados.
Nuestra puerta de entrada de este examen funcional, para los osteópatas, es la observación, el análisis y la comprehensión del movimiento de la cintura escapular con los datos actuales[5] De hecho, el manguito de rotadores, preactivándose justo antes del movimiento, juega un papel propioceptivo importante, e igualmente un papel estabilizador y todo realizando un papel mobilizador durante el movimiento[6].
Además, los test ortopédicos del manguito de rotadores no son tan específicos[7] lo que nos confirma en nuestra elección de un planteamiento funcional que, en otros aspectos, puede completar nuestro diagnóstico:
- puesta en evidencia de estrategias motrices poco precisas y diferentes debidas a un déficit propioceptivo característico de pacientes sufriendo de dolor del hombro[8]
- integración de cadenas musculares o cadenas cinemáticas influenciando el movimiento de la cintura escapular por el aumento o la disminución de restricciones[9]
- integración de una noción fisiológica de asimetría posicional y de movimiento para no distorsionar nuestras conclusiones (Lehman G., 2017 ; concept Burnotte J.)
La evaluación funcional tal como nosotros la concebimos tiene diversos intereres:
1. Comprender mejor la biomecánica y la cinemática del hombro para poder clasificar a nuestros pacientes sufriendo de un problema del hombro en función de su sintomatología principal[10] y para orientar mejor nuestros objetivos terapéuticos.
2. Establecer en función de buenos o malos factores predictivos un pronóstico del problema del hombro.
3. Ver si el tratamiento osteopático mejora el aspecto funcional del hombro[11].
4. Favorecer junto al paciente una alianza terapéutica y una reestructuración cognitiva basada en las expectativas del paciente.
5. Dar consejos simples y algunos ejercicios de reprogramación cinética para optimizar los resultados del tratamiento osteopático.
6.Reorientar si es necesario al paciente para inscribirse en una terapéutica pluridisciplinar (fisioterapia, reumatología, cirujía, etc) y todo conservando nuestra particularidad como osteópata.
Cabe señalar que, incluso si la evaluación funcional es necesaria, no remplaza el diagnóstico osteopático. El diagnóstico está basado en test específicos que sólo pueden identificar las lesiones osteopáticas en cuestión. No hay que confundir la puesta en evidencia de disfunciones (evaluación funcional) y la puesta en evidencia de lesiones osteopáticas (test específicos).
[1] Guermazi A. et al, Prevalence of abnormalities in knees detected by MRI in adults without knee osteoarthritis: population based observational study (Framingham Osteoarthritis Study), BMJ 2012; 345:e5339.
[2] Brinjikji W. et al, Systematic literature review of imaging features of spinal degeneration in asymptomatic populations. American Journal of Neuroradiology, 36(4), 811-816. Doi:10.3174/ajnr.A4173, 2015.
[3] Teunis T. et al, A systematic review and pooled analysis of the prevalence of rotator cuff disease with increasing age, Journal of shoulder and elbow surgery, Volume 23, Issue 12, p1913-1921, 2014
[4] Los elementos críticos que harían sospechar una contraindicación al tratamiento osteopático.
[5] Especialmente el concepto de estabilidad dinámica de esta cintura escapular así como del manguito de rotadores.
[6] Reed D. et al, Does changing the plane of abduction influence shoulder muscle recruitment patterns in healthy individuals? Man Ther. 2016 Feb; 21:63-8.
[7] Dean, B.J.F. et al, Why does my shoulder hurt? A review of the neuroanatomical and biochemical basis of shoulder pain. BJSM, 47(17), 2013.
- Dean B.J.F. et al, Are inflammatory cells increased in painful human tendinopathy? A systematic review Br J Sports Med; 50:216-220, 2016.
- Lewis J. et al, Rotator Cuff Tendinopathy: Navigating the Diagnosis- Management Conundrum. J Orthop Sports Phys Ther. Nov; 45(11):923-37, 2015.
- Lewis, J., Rotator cuff related shoulder pain: Assessment management and uncertainties. Manual Therapy, 23, pp.57–68, 2016.
- Hegedus E.J. & Cook, C.E. Return to play and physical performance tests: evidence-based rough guess or charade, BJSM, 49(20), 2017.
- Hegedus E.J. et al. Combining orthopedic special tests to improve diagnosis of shoulder pathology. Physical Therapy in Sport, 16(2), pp.87–92, 2015.
[8] Castelein B. et al, The influence of induced shoulder muscle pain on rotator cuff and scapulothoracic muscle activity during elevation of the arm. J Shoulder Elbow Surg. 2017 Mar; 26(3): 497-505.
[9] Kibler W. et al, Clinical implications of scapular dyskinesis in shoulder injury: the 2013 consensus statement from the “Scapular Summit”. BJSM, 47(14), pp.877–885, 2013.
- Roy J. et al, Impact of movement training on upper limb motor strategies in persons with shoulder impingement syndrome. Rehabilitation, Therapy & Technology, 11:1–11, 2009.
[10] Lewis J, Rotator cuff related shoulder pain: Assessment management and uncertainties. Manual Therapy, 23, pp.57–68, 2016.
[11] De ahí la utilidad de hacer una evaluación funcional antes y después del tratamiento osteopático para apreciar el resultado de nuestras correcciones.