TRATAMIENTO OSTEOPÁTICO DEL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS: Una nueva solución terapéutica

Clínica Publicado el 28 abr 2022

 

El síndrome de Piernas Inquietas (SPI)[1] genera sensaciones desagradables en las extremidades inferiores que se sienten principalmente por la tarde en reposo (forma temprana) o por la noche (forma avanzada). La persona describe manifestaciones de tipo impaciencia y hormigueo más o menos doloroso que requieren mover las piernas para ser aliviados. Estos síntomas afectan más a las mujeres y empeoran con el tiempo.

El SPI es una causa importante de trastornos del sueño[2],con frecuentes despertares, dificultad para volver a dormir y fatiga matutina.

Un estudio reciente pone de relieve el impacto del SPI en la salud mental y física de las personas afectadas, que van desde las molestias hasta las discapacidades graves. Así, en un grupo de 529 pacientes afectados, el 79 % sufría de insomnio, el 33 % presenta síntomas depresivos y el 28 % ideas suicidas.

[3]. Se estima que alrededor del 3% de la población se ve afectada de manera crónica, e incluso hasta el 7% de manera esporádica.

Las consecuencias del SPI pueden ser tanto más dramáticas cuanto que :

- los pacientes no hablan de ello[4],

- esta enfermedad sigue sin entenderse fisiopatológicamente[5]

- los tratamientos médicos propuestos para aliviar los síntomas son poco eficaces y, además, presentan efectos secundarios notables[6].

 

[1] El Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) tiene varios nombres, como la enfermedad de Willis-Ekbom o la parestesia nocturna de las extremidades inferiores.

[2] En la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades-11, el SPI recibió su código en el marco de los trastornos del sueño relacionados con los movimientos: "7A80 - Síndrome de piernas inquietas".

[3] Frente al 8,3%, 5,5% y 9,5% respectivamente en el grupo de control no alcanzado. Leer: La carga mental del síndrome de piernas inquietas, publicado el 14/02/2022 https://www.inserm.fr/

[4] Muchas personas afectadas por el SPI tienen dificultades para describir sus síntomas o nunca han oído hablar de esta enfermedad.

[5] El SPI se considera actualmente un trastorno sensitivo-motor sin afectación circulatoria o neurodegenerativa. El cuerpo médico evoca un origen multifactorial con posible carencia de hierro, disfunción dopaminérgica, factores genéticos y medioambientales, etc.

[6] El tratamiento médico se basa sobre todo en antiparkinsonianos, incluso antiepilépticos u opioides para formas dolorosas. ¡Como señala el Dr Vidal, «no hay medicamentos para curar el síndrome de piernas inquietas»! https://www.vidal.fr/maladies/psychisme/syndrome-jambes-sans-repos-impatiences/traitements.html

 

Afortunadamente, la medicina osteopática[1] es capaz de ofrecer hoy a las personas que sufren de Síndrome de Piernas Inquietas una solución simple y eficaz.

 

[1] Por osteopatía, nos referimos aquí al enfoque específico del Enlace Mecánico Osteopático (EMO).

 

Una hipótesis mecánica de la causa del SPI

A diferencia de la medicina alopática que razona en términos de fisiopatología para encontrar una respuesta química a las manifestaciones de una enfermedad, la osteopatía busca las causas mecánicas que pueden crear o favorecer una enfermedad determinada con el fin de aportarle una solución manual (tratar la estructura para normalizar la función).

El primer paciente que nos informó de una curación espectacular del SPI a través de un tratamiento EMO merece ser reportado porque ilustra maravillosamente el concepto osteopático.

El osteópata : Hola, caballero, ¿qué le trae a la consulta ?

El patiente : ¡Vengo de parte de mi esposa porque confía mucho en usted!

El osteópata : Lo que significa que...

El patiente : ¡Gracias a usted, estamos haciendo una nueva vida marital en común!

El osteópata : ¡Muy bien !   Explíqueme lo que pasó...

El patiente : Durante años, mi esposa no podía quedarse en la cama a dormir porque me daba patadas. También tenía que levantarse varias veces por la noche para mover las piernas. No podíamos dormir juntos. Y después de su tratamiento, como por milagro, ¡todo volvió a la normalidad!

Al comprobar el expediente de la paciente en cuestión, se podía leer que había consultado por banales cervicalgias sin por ello mencionar su problema de impaciencia en las piernas[1]. El diagnóstico osteopático había demostrado que la lesión primaria[2] era un filum terminal demasiado tenso.

Por lo tanto, teníamos un caso clínico particularmente notable ya que el tratamiento del filum terminal había solucionado no solo el problema de las cervicales sino también un SPI severo, que sin embargo, no se había informado al médico[3].

 

[1] La mayoría de los pacientes no consideran sus síntomas como una enfermedad, creen que hay que vivir con ellos y por lo tanto no hablan de ello.

[2] Para la explicación del concepto de lesión primaria, leer los artículos Diagnóstico y tratamiento de la lesión osteopática según el método del EMOEl Enlace Mecánico Osteopático : los fundamentos

[3] Lo que excluye el efecto placebo ya que la paciente no imaginaba que pudiera ser curada de su SPI y que, por su parte, el médico no sabía que lo padecía.

Esta recuperación inesperada fue el punto de partida de nuestras investigaciones.

¿Qué relación establecer entre un filum terminal demasiado tenso y un posible SPI?

¿Qué resultado clínico puede esperarse del tratamiento del filum terminal en pacientes con SPI?

Durante la embriogénesis, a partir del cuarto mes, la columna crece más rápido que la médula espinal. Así, el Filum Terminalis (FT), que permanece unido al coxis, se estira progresivamente y se pone en marcha una fuerza de tracción medular. Si, por alguna razón, el diferencial de crecimiento entre la espina dorsal y la médula espinal es demasiado grande, es lógico pensar que el FT va a tirar más fuerte de lo normal sobre el cordón medular.

Desde hace varios años, diferentes cirujanos han planteado la hipótesis de que el filum terminal, cuando era demasiado corto y/o demasiado tenso, podía generar una fuerza de tracción excesiva de la médula o sea y provocar ciertas patologías como la escoliosis, siringomielia o síndrome de Chiari[1].

 

[1] https://institutchiaribcn.com/

Por nuestra parte, también hemos encontrado que el síndrome de piernas inquietas, así como muchas otras enfermedades[1], efectivamente podían tener por causa un FT demasiado tenso[2].

 

[1] Tales como dolor de cabeza pesado, dolor de espalda y cervicalgia, ciertos trastornos sensoriales (parestesia o disestesia) acompañados de dolor difuso de las extremidades, alteración del equilibrio y la marcha, fatiga con dificultad de concentración, La enuresis, las hemorroides, etc.

[2] Incluso ligeramente desviado a la derecha o a la izquierda del eje medio.

Filum terminale normal y filum terminal demasiado corto o demasiado tenso que ejerce una tracción médula excesiva

 

Una estructura anatómica desconocida

En el concepto craneosacro, el filum terminal (FT)  que conecta el sistema cerebroespinal con la espina dorsal queda extrañamente olvidado[1] por la mayoría de los osteópatas[2].

El FT es una estructura anatómica de unos 20 cm que prolonga la médula espinal y la fija caudalemente al coxis[3].  Se distinguen 2 partes:

Una parte alta (interna) que desciende libremente en el saco de la duramadre espinal desde el cono medular (L1-L2) hasta el saco dural (S2).

Una parte inferior (externa) que, después de perforar la bolsa dural, se unirá a la primera pieza coccígea[4].

El filum terminal es así directamente perceptible a la palpación, en el hiato sacro, contra la cara posterior de S5. Se siente bajo el dedo como una cuerda delgada más o menos tensa.

 

[1] Por no decir oculto, no por falta de conocimiento anatómico sino simplemente por defecto de técnicas osteopáticas que pueden dirigirse de manera específica al FT.   Esperamos que este artículo pueda contribuir a dar a conocer e integrar el FT en la práctica osteopática.

[2] Una paradoja porque, según nuestra experiencia, el filum terminal se encuentra más a menudo en lesión osteopática que la duramadre espinal en la que, sin embargo, la mayoría de los médicos se centra!

[3] Algunos anatomistas lo describen como el «ligamento coccígeo de la médula» (Rouvière H. et al, 2002).

[4] Esta parte externa del filum terminal se compone entonces de un tejido neural procedente de la médula espinal y de fibras conjuntivas procedentes de la duramadre espinal, lo que la convierte en una estructura anatómica particular, a la vez neural y ligamentaria.

Palpación y test del filum terminal en el hiato sacro

 

Una solución osteopática simple

La hipótesis de una posible relación de causa a efecto entre un FT demasiado tenso y el SPI, con el resultado de un tratamiento osteopático concluyente, exige, por supuesto, una validación clínica.

En la práctica, ofrecemos una prueba específica para evaluar la tensión del filum terminal y, si la prueba es positiva, un tratamiento con Recoil aplicado directamente al filum terminal.

Durante años, hemos aliviado e incluso curado a muchos pacientes con SPI con este método.

Un estudio clínico en el que participaron 20 pacientes confirmó también la hipótesis de que el tratamiento osteopático de un filum terminal demasiado tenso podía tratar con éxito el SPI.


¡Todos los pacientes de este estudio, sin excepción, han mejorado, parcial o totalmente!

En todos los pacientes, la mejoría global fue del 85%[1] con el método del Enlace Mecánico Osteopático[2].

Por supuesto, no se trata aquí de proponer una receta que resumiría la solución del SPI únicamente al tratamiento del FT. Como subraya el estudio citado, el tratamiento del FT debe inscribirse siempre en un tratamiento osteopático global para tener un resultado convincente y duradero.

 

[1] Evaluación con arreglo a los criterios de l’IRLS (International Restless Legs Scale).

[2] Blandine Prat, RELACIÓN ENTRE EL FILUM TERMINAL Y EL SÍNDROME DE PIERNAS INQUIETAS, Propuesta y evaluación de un tratamiento osteopático específico, Memoria para el Diploma de Osteopatía, CSO 2019, consultable directamente en nuestra web  https://lmosteo.com/publications

El síndrome de piernas inquietas[1],  hoy en día, se beneficia de una respuesta terapéutica natural, simple y eficaz: el tratamiento osteopático global del paciente asociado a un ajuste específico del filum terminal mediante la técnica del Recoil.

 

[1] Así como la mayoría de las enfermedades neurogénicas ya mencionadas y que podrían agruparse bajo el término «enfermedad del filum terminal». 

Más allá de la información, el reto de este artículo es, pues, doble:

1- Proponer una nueva técnica a los osteópatas para abordar el SPI con éxito.

2- Hacer saber a los pacientes que el SPI no es inevitable y que pueden beneficiarse enormemente de un tratamiento osteopático adaptado[1].

 

[1] Ver en nuestra webo la lista de terapéutas del EMO formados en el tratamiento osteopático del filum terminal.

 

Eric Prat DO